Ya hemos comenzado un nuevo año, un 2022 que se presenta, desafortunadamente, como los dos últimos que hemos vivido. Lidiar con la incertidumbre que azota la sociedad actualmente y las ganas de hacer que la artesanía siga siendo un producto atractivo y accesible, serán nuestras puntas de lanza para afrontar los próximos más de 300 días que aún nos quedan por vivir en este año. Todo ello sin perder nuestra energía, fuerza y creatividad que nos ha caracterizado en todo el tiempo que llevamos inmersos en este apasionante mundo de la artesanía.

El primero de nuestros objetivos se basará en seguir apostando por las nuevas creaciones. Ahora mismo contamos con más una decena de modelos de riñoneras diferentes, así como más de 5 tipos de mochilas distintas, junto a otras piezas artesanales que nos piden nuestros clientes o incluso las personalizaciones que demandan. Nos encanta innovar y seguiremos siendo fieles a nuestro estilo.

En segundo lugar, aunque la vida del artesano es un compendio de muchas cosas, que a veces se escapan a nuestra capacidad de actuación, nos comprometemos a llevar la artesanía a todos los rincones de nuestras islas que sean posibles. Esperamos profundamente que la pandemia nos dé un respiro y podamos recorrer los municipios canarios a través de sus ferias con la firme intención de vivir su cultura y poder disfrutar de sus gentes.

Por último, como es obvio, dado que no sabemos actuar de otra manera, nos comprometemos a dar lo mejor de nosotros mismos. Trabajo, trabajo y más trabajo, siempre desarrollado en nuestro taller, serán nuestra seña de identidad. No sabemos hacerlo de otra manera y después de 20 años no cesaremos en nuestro empeño de incorporar nuestras ideas y creaciones a la artesanía canaria.